Su pareja es reacia a tener sexo anal?
Vaya, la mera idea de hablar con tu pareja sobre el sexo anal puede parecer una tarea complicada, por lo que eres prudente antes de hablar de este tema íntimo en profundidad.
¡Qué error! Especialmente si es una de tus fantasías…
No deberías, ¡al contrario! ¡Es simplemente placer y los mitos sobre esta práctica sexual, vamos a hablar de ello en un gran artículo señores!
Definición de Anal:
«Anal», esta práctica que ves en las páginas pornográficas o discutiendo con tu entorno no es otra cosa que la penetración en el orificio anal de tu pareja sexual con tu sexo. Se hablará entonces de sodomía o con la ayuda de un plug, de juguetes sexuales y otros juguetes para adultos.
Conseguir que acepte el sexo anal:
Guiarla/o con Suavidad
Hablar de sexo y sexualidad con tu amante sin tabúes es DIVERTIDO, ¿no?, así que no la apresures, acercarse al sexo anal no es una tarea fácil si no hay psicología detrás.
Elijan juntos el momento adecuado, discútanlo con calma, suavidad y cariño, el objetivo final es el placer, el orgasmo, y no un calvario que te constriña, al contrario.
Si la mujer habla de dolor, no te preocupes, puedes aconsejarle sobre lubricantes y geles para el orificio rectal. Tranquilízala, dile que una vez que el ano esté bien lubricado, experimentará mucho placer y sólo será felicidad entre vosotros.
Juego Previo:
La lubricación es importante. Recuerda que, incluso en el momento de mayor placer, la zona anal no se lubrica de forma natural. Olvídate de la saliva, que no funciona muy bien, y de la vaselina, que puede irritar esta zona erógena.
Aquí es donde entran los juegos traviesos, es decir, los preliminares. Estimule la zona anal con instrumentos de calidad y provoque su deseo.
Los plugs anales o juguetes sexuales de buena calidad serán un gran activo para penetrar a tu pareja más adelante.
El cunnilingus vaginal también puede ser una práctica sexual muy placentera en la que puedes hacer que tu pareja se corra al igual que el anilingus puede ayudar a la dilatación. El uso de juguetes sexuales puede ser una gran idea. Jugar con tu orificio anal mientras observas a tu pareja es excitante tanto para ti como para ella.
Penetración:
Una vez que la excitación está en su punto álgido y el ano está excelentemente lubricado, ¡ya está!. Pero ten cuidado, una cosa a la vez. Centímetro a centímetro y con precaución para no herir a tu pareja. La primera penetración debe hacerse con suavidad y en silencio.
Entra y sale con calma y luego mira si su orificio está bien dilatado. Si este es el caso, ¿por qué no dejarse guiar por ella y bajar juntos? Habla con ella, intercambia ideas con ella.
Si la persona activa introduce su sexo en el orificio anal de su pareja, ten en cuenta que es la persona pasiva la que guía. En efecto, el pasivo siente la penetración mejor que nadie, es lógico… Juntos, comunicándose, luego practican una excelente sodomía y disfrutan.
El momento de compartir después:
Al igual que al principio de la penetración anal, retira el dispositivo con delicadeza y, sobre todo, no de golpe. Tómate varios segundos para retirarlo tranquilamente. El recto de su pareja se retraerá lentamente.
Si has utilizado un preservativo, puedes retirarlo y darse un buen abrazo. No dudes en acariciarla sensualmente, dile lo feliz que te hizo y pregúntale qué le pareció, qué le gustó y sobre todo cuánto placer le diste.
Conclusión para ustedes:
El sexo anal es un arte y debes ser comprensivo con la psicología de tu pareja. Con conversaciones íntimas entre vosotros sobre este acto, objetos amigos como plugs, juguetes sexuales y por supuesto el preciado lubricante y el truco está hecho.
El ano de su pareja se dedicará entonces a ser penetrado con placer. Recuerda que se trata de un trabajo en equipo y que, al igual que el orgasmo, se hace comunicando durante todo el acto.
Luego, tómense un momento juntos en la cama para repasar esta experiencia sexual y tendrán valiosas herramientas para volver a intentar la penetración anal.
¡Sodomizarte y darte placer está ahora a tu alcance!