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La Humillación en el BDSM

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La práctica del BDSM puede adoptar muchas formas en función de los deseos del sumiso y del dominante. Tal es el caso de la humillación erótica que forma parte de la disciplina bondage y del sadomasoquismo.

De hecho, se sabe que el BDSM tiene algunas fantasías bastante extenuantes con las que sus seguidores se deleitan. Sin nombrarlo ni saberlo, muchas parejas practican la dominación y la disfrutan.

La dominación y la sumisión son ejercicios que requieren cierta experiencia. En resumen, la humillación en el BDSM es un método que se despliega de manera muy completa.

La humillación en el BDSM: ¿Qué es concretamente?

La humillación BDSM es una práctica consensuada en la que la pareja experimenta un placer que puede ser físico o cerebral. Este placer se deriva de los sentimientos de humillación y sumisión que la persona sumisa experimenta durante la sesión. En el BDSM, la humillación erótica es una práctica habitual.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la humillación en el BDSM no siempre es física y no siempre incluye relaciones sexuales. También puede ser mental y psicológico.

La mayoría de las veces, ambos miembros de la pareja encuentran su excitación en la vergüenza recibida o infligida. Todo ello con respeto al otro y sin sobrepasar los límites de cada uno.

Humillación Erótica: Una técnica muy delicada de manejar

No hace falta decir que muchas personas consideran que la humillación es una violación de la dignidad. Otros también lo ven como una falta de respeto hacia el sumiso.

Si alguna vez esta humillación es en el contexto de que el sumiso es mujer. Algunas feministas llegan a decir que la sumisa es despreciada o incluso maltratada. Si el sumiso es un hombre, se verá como un varón sin virilidad que está siendo dominado por una mujer.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la humillación en el BDSM es una actividad que implica una sana relación de poder erótico. En esta contingencia, la vergüenza se convierte en una emoción, un placer, un deseo de disfrutar de cada momento.

En la condición de SM, humillar no es menospreciar, denigrar o devaluar a la persona. El objetivo es tocar zonas mentales nunca antes explotadas para sentir sensaciones aún más fuertes.

De hecho, al dejar que lo que el sumiso no quiere revelar se vea al descubierto, el dominante puede obtener un enorme placer. Esta aprensión proporciona una sensación erótica particular.

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Las diferentes prácticas de la humillación en el BDSM

El placer de la humillación en el BDSM se basa en varios gestos y acciones que hay que destacar. De hecho, la humillación puede adoptar varias formas. Puede ser física, verbal, pública, privada e incluso digital.

La humillación física en el BDSM

La humillación erótica física en el BDSM es habitual. Los ataques físicos más emocionantes son, entre otros:

  • Golpear la cara
  • Eyaculación facial
  • Negación del orgasmo
  • Escupir en la cara o en la boca
  • Azote
  • Exigir la realización de tareas abusivas
  • Servicio agresivo pasivo
  • Azotes: azotes bdsm, intercambio de paddles, etc.

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Humillación verbal en el BDSM

Cuando hablamos de humillación en el BDSM, el tipo que más suele venir a la mente es el relacionado con lo físico, pero no siempre es así. De hecho, la humillación en SM también puede ser verbal.

En este caso, se acompaña de actos psicológicamente degradantes y excitantes para la persona que los sufre, como:

  • Insultos (gorda, fea, puta, zorra, pene pequeño, etc.)
  • Degradación (por ejemplo, obligar al sumiso a comer comida para perros, obligarle a comportarse como un animal)
  • Tratar a la sumisa como a un niño (regresión / amamantamiento).
  • Juegos de servicio (valet o ama de llaves)
  • Pony Play: El sumiso es enjaezado como un caballo de carreras
  • Cuckolding: Puesta en escena del marido cornudo

Humillación pública

Esto es cada vez más popular. En este caso, la sumisa realiza actos degradantes ordenados por el dominante en público. También puede implicar ser azotado en presencia de otras personas que estén mirando. También puede implicar la exposición forzada con ropa sexy o al desnudo, o el uso de un plug anal o una jaula de castidad en público.

Humillación privada

Como su nombre indica, se hace en privado. La sesión o acto bdsm puede realizarse en una sala dirigida por un profesional para este fin o en un lugar oculto a la vista. Por ejemplo, en un calabozo sm o en una habitación cerrada.

Humillación en línea

El último método de esta selección es la humillación en línea. De hecho, la llegada de la tecnología digital ha cambiado la tendencia y ha dado paso a nuevos métodos. Entre ellas, tenemos la humillación en línea. Este último ofrece la posibilidad de que la sumisa esté en contacto con fetichistas de ambos lados del globo. En cuanto a la humillación en línea, tenemos:

  • Abuso verbal a través de la cámara web o de la mensajería instantánea
  • Abuso físico a través de la webcam o de la mensajería instantánea
  • Fotos embarazosas enviadas a la sumisa con órdenes de actuar

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¿Cómo practicar la humillación en el BDSM?

Con la popularización del BDSM a través de la película Cincuenta Sombras de Grey, la mayoría de la población cree tener el dominio del SM al alcance de la mano. Sin embargo, este no es el caso. En efecto, practicar una sesión de humillación erótica no es un acto que deba tomarse a la ligera.

Hay que saber hacerlo. En esta práctica, muchos protagonistas utilizan ciertos accesorios bdsm para conseguir mejores sensaciones.

La humillación a través de los vestidos, los insultos y las posiciones puede adoptar diversas formas. Entre ellas se encuentran, por ejemplo:

  • Travestismo con ropa de criada o lencería de marica
  • Chantaje
  • Violación teatral
  • Pisoteo del cuerpo
  • Facesitting o facefucking
  • Culto a la diosa o reina
  • El culto al maestro
  • Uso de collar bdsm con o sin correa
  • Uso de plugs anales, bonetes de bondage, jaulas de castidad, etc.

Todas estas prácticas contribuyen a crear una atmósfera más excitante para el sumiso. Sin embargo, hay que tener cuidado de no herir al compañero.

Además, aparte de los fetiches que hemos mencionado anteriormente, se puede recurrir a la improvisación. Pero debes tener cuidado de no herir a tu pareja involuntariamente.