Cuando se trata de hombres y de lo que les excita, hay un millón de blogs y artículos de revistas femeninas que te dirán cómo coquetear, qué decir, qué ropa usar y cuánto contacto visual usar. Para ser muy honesta, puede ser muy fácil excitar a un hombre y averiguar si está sexualmente interesado – la forma más segura de hacerlo es haciéndole saber que estás interesada. Una vez que un hombre sabe que sus avances son deseados, eso le da la confianza que necesita para hacer un movimiento, y por lo tanto, es una gran excitación para él.
Fíjese en que hemos utilizado la palabra «confianza» y la hemos identificado como un factor importante que le hará perseguir (o rehuir) a una pareja o a una posible pareja. La confianza en uno mismo está indeleblemente ligada al ego, y si conoces a los hombres, sabrás que el ego y la autopercepción son muy importantes para ellos.
¿Qué es el ego?
Muy sencillo, el «ego» es la palabra latina que significa «yo». Su lugar en la psicología surgió gracias a Sigmund Freud, quien postuló que «das Ich» (que en alemán significa «el yo» -los escritos de Freud en realidad no mencionan la palabra «ego») es lo que media entre el «id», que es la propia naturaleza animal, y el «superego», que es donde residen las normas morales y sociales.
Todos tenemos un ego, por supuesto, y nuestros egos son, en su mayoría, construidos socialmente. En el caso de los hombres, en particular, su ego puede estar más impulsado por el reconocimiento y la atención, lo que puede decirse que proviene del apoyo de la sociedad a los hombres que exhiben fuerza, el poder de controlar o liderar a otros, y que son competitivos (por el deporte, la atención de las parejas o la acumulación de dinero, por ejemplo). Estas facetas del ego masculino provienen de fuentes externas y de mensajes, tanto implícitos como explícitos, sobre cómo se espera que los hombres actúen y salgan adelante en el mundo, para bien o para mal.
¿Qué tiene que ver esto con los «turn-offs»?
Hablar del ego masculino tiene todo que ver con los «turn-offs» masculinos. No estamos aquí para contarte lo más fácil, como «el mal aliento es un factor de rechazo, prueba a masticar chicle…». Estamos aquí para compartir las cosas realmente profundas – el tipo de descalificaciones que no sólo arruinarán una cita o un encuentro sexual, sino que harán que él no llame o envíe un mensaje de texto – y esas son las descalificaciones que dañan o perforan su propio sentido de sí mismo.
El tipo de rechazo más eficaz es, por supuesto, el que le hace cuestionar su confianza en sí mismo o poner en peligro su autoestima, y eso es válido para personas de cualquier sexo. Dado que el ego de un hombre depende (en gran medida) de que se sienta o se perciba como capaz, he aquí una enorme desventaja que probablemente detenga una velada:
Que te digan «olvídalo, nunca lo conseguirás» en la cama
Es una situación en la que quizás te hayas encontrado alguna vez, estando en la cama con un chico que está deseando complacerte, pero que, por mucho que lo intente, no da en el clavo, no ejerce la presión adecuada, o lo que sea que te lleve al clímax. En este caso, tu frustración es válida, pero exhibirla podría ser un golpe para su autoestima sexual.
En lugar de tratar la situación como algo irremediable y en la que no necesitas su ayuda, quizá deberías considerar ofrecer alguna orientación sobre cómo complacer. En realidad, todos ganan: tú obtendrás lo que quieres y él tendrá la satisfacción de poder proporcionarte placer.
Críticas y quejas constantes
Por supuesto, criticar constantemente y señalar los defectos de alguien mermará su autoestima, pero no estamos hablando de eso. Si eres una persona que se queja todo el tiempo de todo -tu día, sin falta, es siempre un calvario y una lucha cuando él te pregunta cómo te fue-, entonces esto, con el tiempo, será sin duda un motivo de frustración para él, al igual que debería serlo para ti si eres una quejosa.
Los hombres están más orientados a la solución y a la acción. Si hay un problema, los hombres tratarán de encontrar una solución o empezarán a seguirlas, ya que es lo que, socialmente, creen que se espera que hagan. Por supuesto, a menudo una queja es simplemente una queja: al decir por qué su día no ha ido tan bien, es posible que no inviten a hacer sugerencias o quieran escuchar las formas de hacerlo mejor la próxima vez: en otras palabras, a veces no quieren soluciones, sólo conmiseraciones. Sin embargo, la mayoría de los hombres no lo saben. Al escuchar constantemente quejas generales, pueden empezar a sentirse frustrados por su incapacidad para ayudarte, y con el tiempo pueden llegar a resentirse porque las fuentes de tus quejas nunca se solucionan.
Tener sexo «obligatorio»
Hay muchas razones para rechazar el sexo, y la más común y comprensible es simplemente que no quieres hacerlo en ese momento. En un momento así, cuando un hombre quiere sexo pero tú no estás dispuesta a ello, es mucho, mucho mejor decir simplemente «no, ahora no» en lugar de «vale, bien» y tratar el hacer el amor como una especie de tarea. Hacerlo convierte el sexo en algo transaccional, como si él tuviera que «ganarse» el placer, cuando, en todo caso, el sexo debería ocurrir entre ambos miembros de la pareja como una experiencia compartida, de buena gana.
Comparaciones con otras personas
Seguro que compararte con novios pasados u otros hombres de tu vida, sin duda, herirá su ego, pero eso es algo que sólo haría una pareja indiferente, ¿no? De lo que estamos hablando aquí no es de una comparación con otros hombres, ya sea basada en la apariencia, el éxito, las proezas, etc., sino simplemente con otras personas en general. Señalar los atributos de otra persona como una forma de degradar o medir sus propias habilidades puede ser hiriente, sí, pero también va en contra de la propia individualidad de ese hombre, ya que él es su propia persona y no necesita estar a la altura de los demás para sentirse validado.
Cuando el ego de un hombre está herido (lo cual, lo admitimos, no es muy difícil de hacer), puedes encontrar que se aleja de ti. Esto se debe, como hemos dicho antes, a que las reacciones emocionales de los hombres están instaladas por la sociedad, y ésta dicta que un hombre no debe ser abiertamente emocional. Ignorar o ser frío con alguien es una forma en que los hombres pueden mostrar su dolor – sin embargo, no lo hace totalmente inalcanzable. Cuando un hombre se vuelve huraño o se aleja, la mejor manera de abrir un diálogo para que explique por qué se siente así es una comunicación clara.